Sistematización de experiencias

REFLEXIONES A PARTIR DEL CICLO DE ENCUENTROS DE TERAPIA OCUPACIONAL FEMINISTA. NÚCLEO FEMINISTA DE TERAPEUTAS OCUPACIONALES DE CHILE

Thoughtfulness from the Cycle of Feminist Occupational Therapy Meetings. Feminist Core of Occupational Therapists of Chile

 

Fecha recepción: 16 de septiembre de 2023 / fecha aceptación: 20 de octubre de 2023

 

Revista ContexTO, ISSN (En línea) 2810-6660. Diciembre de 2023. Nº 11, pp. 75-93
Licencia CC BY 4.0. DOI: https://doi.org/10.54761/contexto.num11.71

 

T.O. Gloria Silva Espinosa

Terapeuta Ocupacional, Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales.

Autor de correspondencia: nucleofeminista.to@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-8313-4634

 

T.O. Vanessa Moncada Contreras

Terapeuta Ocupacional, Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales.

nucleofeminista.to@gmail.com

https://orcid.org/0009-0005-0657-9396

 

T.O. Daniela Cantilla Castilla

Terapeuta Ocupacional, Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales.

nucleofeminista.to@gmail.com

https://orcid.org/0009-0004-1786-6908

 

T.O. Alexandra González Varas

Terapeuta Ocupacional. Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales.

nucleofeminista.to@gmail.com

https://orcid.org/0009-0001-8252-3109

 

Resumen

El texto surge como una alternativa más en el proceso de sistematización y circulación de saberes que alentamos como Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales, a propósito de la realización de un Ciclo de Encuentros de Terapia Ocupacional Feminista en marzo de 2017, en Santiago de Chile. En éste convocamos a terapeutas ocupacionales y estudiantes de la misma disciplina, con el objetivo principal de construir colectivamente una terapia ocupacional feminista. Las reflexiones –articulaciones y tensiones– sobre el proceso del Ciclo de Encuentros, nos permitieron dar cuenta de la dimensión política de prácticas de resistencia como ésta, desplegadas desde las pedagogías feministas, contrahegemónicas, para colaborar en la construcción de una terapia ocupacional feminista. Los temas propuestos en los cuatro encuentros del Ciclo, fueron: feminismo y terapia ocupacional, violencia machista, discapacidad y género, y cuidados como ocupación feminizada. Sostuvimos desde nuestro lugar de habla, y colectivamente, diálogos que revelaron y relevaron los aprendizajes, de manera situada y anclados en el reconocimiento de quienes nos antecedieron, de quienes históricamente han interpelado y resistido a una supuesta historia única de la terapia ocupacional. Encontrarnos, dialogar, reconocernos y resistir conscientemente, continúan siendo modos de transformar.

Palabras clave

Terapia Ocupacional Feminista; práctica política; resistencias; pedagogías feministas

 

Abstract

The text appears as a better alternative in the process of systematization and circulation of knowledge that we promote as the Feminist Core of Occupational Therapists, regarding the realization of the Cycle of Feminist Occupational Therapy Meetings in March 2017, in Santiago, Chile. Here we bring together occupational therapists and students of the same discipline, with the main objective of building a collectively feminist occupational therapy. The thoughtfulness -articulations and tensions- on the process of the Cycle of Encounters made it possible to account for the political dimension of resistance practices like this, separated from feminist and counter-hegemonic pedagogies, to collaborate in the construction of a feminist occupational therapy. The topics proposed in four meetings of the Cycle were: feminism and occupational therapy, sexist violence, disability and gender, and care as a feminized occupation. We support from our locus of speech, and collectively, dialogues that reveal and highlight the learnings, in a situated way and anchored in the recognition of those who preceded us, of those who were historically challenged and resisted a supposedly unique history of occupational therapy. Meeting each other, dialoguing, recognizing each other and consciously resisting, continue to be ways of transforming.

Keywords

Feminist Occupational Therapy; political practice; resistance; feminist pedagogies

 

Introducción

El presente artículo es una sistematización de experiencias del Ciclo de Encuentros (en adelante, Ciclo) que contempló 4 reuniones realizadas en la Universidad de Santiago de Chile, convocando a terapeutas ocupacionales y estudiantes de la misma carrera, realizado durante marzo del año 2017, como Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales (en adelante NFTO).

Este Ciclo surgió como propuesta para socializar y problematizar nuestras prácticas y continuar aportando a la producción situada, continua, contingente y necesaria de una terapia ocupacional feminista, apostando por los espacios de diálogos y nuevas aperturas. Compartiremos parte de las reflexiones sobre los aprendizajes que surgieron a partir de este Ciclo como práctica política, realizada por el NFTO.

Los temas principales del Ciclo fueron feminismo y terapia ocupacional, violencia machista, discapacidad y género, y trabajo de cuidados como ocupación feminizada. Más allá de profundizar en los contenidos, nos interesa señalar la importancia de los modos en que se implementan las acciones desde el ser feministas, donde es fundamental compartir las reflexiones en un espacio que se caracterice por la horizontalidad y sororidad, que permita problematizar nuestras praxis, sus fundamentos y prácticas, aludiendo de forma íntima a nuestra producción como mujeres –cis y trans– feministas y a las violencias y resistencias que se develan ante la posibilidad de reconocer(nos) desde este lugar.

A seis años de la realización del Ciclo, también compartiremos reflexiones que surgen durante el proceso de sistematizar esta experiencia, relacionadas con el colectivizar espacios de debate, divulgación y del trabajo sostenido como activistas feministas y terapeutas ocupacionales. Junto a esto, profundizamos en dos dimensiones que son transversales a la experiencia: la primera es la dimensión política de la práctica Ciclo; la segunda, sobre los aprendizajes y modos de hacer este tipo de prácticas con base en las pedagogías feministas (Korol, 2007).

Contextualización

Somos mujeres, feministas y terapeutas ocupacionales, que nos constituimos como núcleo1 el año 2015, en la ciudad de Santiago de Chile, desde la necesidad de co-tutorearnos en nuestros respectivos trabajos de investigación que estábamos desarrollando en torno a las categorías Terapia Ocupacional, perspectiva de género y feminismos.

Desde la conformación como NFTO hemos desarrollado prácticas colectivas que permiten la convergencia de ideas, ideales y convicciones, compartiendo experiencias y saberes, entre mujeres que proponemos el respeto, acompañamiento y la sororidad como la base para el aprendizaje y la transformación. El sentido de pertenencia de quienes participamos de este espacio y el afecto hacia el mismo permite reconocernos y acompañarnos como feministas, dialogar y problematizar nuestros sentipensares.

Cuestionamos los fundamentos clásicos, hegemónicos, ahistóricos, coloniales, capitalistas y patriarcales de la terapia ocupacional. Desnaturalizamos y problematizamos nuestras prácticas, relevando su carácter político desde una perspectiva interseccional. Tensionamos la complejidad de nuestra posición, condición y situación, analizando el entramado de las diferentes opresiones que vivimos, a través de miradas críticas y autocríticas.

Con el tiempo, nos dimos cuenta de que no sólo nos convocaban las posibilidades de investigar, sino que también fuimos integrando el ejercicio de analizar y problematizar el lugar y relación entre las identidades en las que convergemos y, al compartir nuestras historias, fue instalándose la convicción de que el encuentro con otras mujeres permite transformar(nos) (Pardo et al., 2015).

El modo de estar y acompañarnos como NFTO ha posibilitado la apertura a otros espacios y modos de relacionarnos. Nos ha permitido un crecimiento personal, profesional y colectivo, construyendo vínculos y amistades a partir no sólo del estar, sino del compartir espacios de discusión y cuestionamiento de manera respetuosa, segura, autónoma y horizontal. En este contexto, nuestro propósito inicial de acompañarnos en torno a procesos investigativos fue posibilitando, en la medida que reflexionábamos, visibilizar cómo opera la compleja relación entre patriarcado (inicialmente), colonialismo y capitalismo (después del primer año como colectiva), en nuestras prácticas y en otros aspectos de nuestras vidas.

Parte de lo que somos como organización y de las acciones que hemos realizado, se refleja en un texto que busca representar-nos como colectiva y dar lugar a nuestra posición y lugar de habla, reconociéndonos como Terapeutas Ocupacionales Feministas Descoloniales, que problematizan los lugares desde donde la disciplina ejerce su poder (NFTO, 2023).

Nuestros encuentros mensuales nos han permitido dar continuidad a la trama de un tejido para pensar colectivamente y crear condiciones para la articulación del hacer. En las reuniones de la segunda mitad del año 2016, asumimos la tarea de contribuir con una condición más para dialogar sobre las praxis, desde los feminismos. Las primeras ideas que surgieron nos alejaron de formatos habituales, como los congresos o seminarios, que suelen dar lecturas jerarquizadas de arriba hacia abajo, donde la experticia se valora según estándares y trayectorias academicistas. Rápidamente llegamos a formular la idea de encuentros entre terapeutas ocupacionales, y luego avanzamos sobre la idea de Ciclo.

Éramos alrededor de diez mujeres integrantes del NFTO en ese tiempo, todas egresadas de universidades en Chile. Teníamos encuentros mensuales en la casa facilitada por el Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH). En el transcurso de la planificación, articulamos esta propuesta de Ciclo con la actual Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de Santiago de Chile (en adelante USACH), donde también existía un interés genuino por visibilizar en colectivo estas temáticas. Estuvimos atentas a que algunas compañeras señalaron que podrían viajar de regiones cercanas a los encuentros. El lugar físico donde se encuentra la USACH facilitó que pudieran llegar, ya que está muy próxima a los terminales de buses y tren. Se suma a esto lo que simboliza la ex Universidad Técnica del Estado (actual USACH) en esta decisión, incluyendo los vínculos e interés genuino por una Terapia Ocupacional Feminista.

 

Problemática inicial

Ser terapeutas ocupacionales lo significamos como un lugar entretejido en distintas relaciones de poder y es desde este reconocimiento que nos planteamos desarrollar o generar nuevas condiciones para la producción de saberes colectivos. Así, la intención de realizar un Ciclo surge como una propuesta para socializar y colectivizar nuestros cuestionamientos, colaborar en la construcción de una terapia ocupacional feminista y en la búsqueda de ser consecuentes con el acto político de facilitar espacios de diálogo y apertura de nuestros trabajos y sentires. De este modo, el Ciclo lo entendimos como un proceso en el que se desarrollan diferentes situaciones, sentires y eventos que permiten analizar y observar el encuentro, como una posibilidad de volver a sí mismos, y así modificar o proponer nuevas prácticas.

El punto de partida lo ubicamos en una de nuestras reuniones mensuales. Surge la idea de generar un espacio de reflexión sobre feminismos y terapias ocupacionales, que permitiera expresiones abiertas y libres de cada participante del espacio, incluidas nosotras, del NFTO. Lo anterior se expresa en la planificación de las sesiones, en el diseño de los espacios, la preparación del material, los implementos utilizados y la convocatoria, entre otros aspectos que iremos desarrollando a lo largo del texto.

Definimos las fechas para la realización del Ciclo en marzo de 2017, a propósito del 8M.2 Acordamos un plazo de inscripción y un número de cupos considerando los límites de la sala. Además, la metodología respetaría los tiempos y ritmos de las personas, no realizaríamos actividades que invadieran el espacio personal o que tensionaran corporalmente a las personas asistentes. Nuestra participación como integrantes del NFTO, consistió en facilitar el espacio general y, sobre todo, acompañar en el trabajo grupal de discusiones, para finalizar con una plenaria.

 

Autorías que acompañaron este proceso

“Criticar una y otra vez las propias creencias parece ser el único camino para que nuestras ideas y nociones del mundo puedan ser vitales, fértiles, transformadoras. Quiero decir, revolucionarias.” (Korol, 2007, p.16)

 

Comenzamos este apartado reconociendo a todas las maestras terapeutas ocupacionales que, sin necesariamente nombrarlo de este modo, han fabricado un tejido con los espacios y nudos necesarios para entramar otros hilos, y con la generosidad de acompañarnos en las revueltas y en las pausas, en las olas, en los silencios. Tenemos la certeza y convicción que nada de lo que aquí planteamos sería posible sin esas sabidurías y praxis de luchas que han pavimentado este camino.

En ese sentido, un asunto fundamental en nuestras prácticas como NFTO, ha sido –desde nuestra conformación– traer, buscar y compartir las autorías, a quienes –en especial mujeres– se han autorizado a contar, a decir. Ha sido en las reuniones, en el trabajo de comisiones, en los encuentros a las que hemos sido invitadas, en los encuentros que hemos generado como NFTO, en las marchas, en las interacciones por las “redes sociales” virtuales, en el espacio de lecturas colectivas, en las lecturas personales, que hemos podido conocer y reflexionar críticamente sobre feminismos, lugar de enunciación, terapias ocupacionales, pedagogías feministas, entre otros tantos.

Para efectos de este artículo, compartiremos brevemente algunas ideas que han producido resonancias, desde la emergencia del Ciclo hasta hoy. En estos años, con la presencia de muchas, y en una diversidad de condiciones, tales como la expansión del movimiento feminista en Chile (2018), la revuelta social (2019) y la pandemia (2020), hemos intentado sostener los espacios ganados y recuperados a la violencia estructural3. Estos desplazamientos, este correr los márgenes sólo ha sido posible desde la crítica de las propias creencias y el ejercicio constante y consciente de reconocimiento de identidades, de nuestras posiciones y la construcción colaborativa de una terapia ocupacional feminista.

Claudia Korol plantea, sobre las pedagogías feministas, la exigencia de esta crítica constante, desafiándonos a estar atentas siempre, y para esto es que como NFTO tenemos la práctica de relevos. ¿Estar atentas a qué? A las relaciones de poder, al lugar que habitamos en esas relaciones de poder y a qué queremos, debemos y podemos hacer con ese poder, desde la posición en algunos puntos de privilegio y, en otros, de subordinación. Plantear el Ciclo fue una expresión de estos cuestionamientos, llevada a la práctica. El Ciclo como una “propuesta de “pedagogía popular feminista” [que] actúa no como un límite, sino como una apertura” (Korol, 2007, p.17). Esta propuesta parte de las cuerpas, con toda su acumulación política, contra la violencia estructural que intenta -y a veces consigue- silenciar, invisibilizar y subordinar los conocimientos y saberes de las mujeres. El Ciclo permitió, en parte, remover la pesada y supuesta verdad de la historia única en “la” terapia ocupacional, que nos mostraba un único punto de partida y de llegada, un único “sujeto intervenido” (no sujetas, ni sujetes, menos aún “con agencia”), universalizado y ahistorizado.

Ante esto, Claudia Korol señala:

Una pedagogía feminista (…) hace de la crítica y de la autocrítica un método fundamental; porque sabe que las preguntas abren más caminos que las respuestas y porque no teme al vacío que pueda crear una pregunta sin respuesta porque, tal vez, en ese espacio puedan multiplicarse nuevos ensayos sociales y culturales que no reproduzcan o, incluso, que desafíen las reglas del poder. (Korol, 2007, p.18)

El método fundamental de la crítica y autocrítica pasó también por estar dispuestas a no saber, y a reconocer y enunciar las preguntas respecto a las injusticias, desigualdades, opresiones y modos de resistencia ante las violencias cotidianas. Esta apuesta se expresó durante todo el proceso del Ciclo, desde la idea originaria hasta la divulgación del proceso de sistematización.

Más adelante en el texto compartiremos algunas de las prácticas que realizamos para no quedar atrapadas en historias de olvidos, omisiones, silencios y negaciones (Korol, 2007). ¿De qué hablamos cuando enunciamos las negaciones, o el silenciamiento impuesto? Parte de la respuesta es precisamente desde una de las alternativas a la terapia ocupacional: las terapias ocupacionales, como una contrapedagogía.

“¿Cómo entonces concebir y diseñar contra-pedagogías capaces de rescatar una sensibilidad y vincularidad que pueda oponerse a las presiones de la época y, sobre todo, que permitan visualizar caminos alternativos?” (Segato, 2018, p.17). Dentro de los temas que Rita Segato vincula a la posibilidad de instalar en el mundo esas contra-pedagogías, nos resuena el pensar en las formas de transmitir y compartir el conocimiento ya existente y a autorizarnos a producir, de manera colectiva, nuevos saberes. Y esta autorización ha pasado por incomodarnos e identificar esa incomodidad como malestar y nombrarla, dolor, rabia, y junto con ello, explorar la posibilidad. ¿Cuáles son los conocimientos válidos en el despliegue de praxis como terapeutas ocupacionales? ¿Acaso en ese ejercicio existe neutralidad y sólo de ese modo definimos o definen cuál es el saber que cuenta?

En el Ciclo invitamos y alentamos la relacionalidad y vincularidad situadas, justamente como una alternativa para encontrar lo común y las diferencias en la pluralidad y las singularidades; y para ofrecer(nos) compañía en este reconocer una terapia ocupacional feminista. Y como señalamos antes, respecto a estar atentas: en este punto hemos puesto especial atención a no hacer de los feminismos latinoamericanos y las terapias ocupacionales feministas una verdad impuesta, que transite a la anulación, negación o subordinación de otras apuestas. Es estar atentas a observar nuestras prácticas, para que éstas no se traduzcan en perpetuar desde una lógica hegemónica, experiencias e historias de dominación, de verdad o historia única.

Para continuar en el proceso de instalar contra-pedagogías, nos articulamos desde “una politicidad en clave femenina” (Segato, 2018). En tanto somos una colectiva donde cada integrante ha tenido prácticas como terapeuta ocupacional en distintos campos, y con igual importancia identificamos la vida cotidiana como un asunto fundamental en ellos, vista críticamente como un escenario de condiciones, relaciones, actividades, hechos, personas, objetos, la idea del Ciclo es, en sí misma, una contra-pedagogía. La politicidad acá se manifiesta en los temas propuestos, como disparadores de reflexiones sobre temas comúnmente banalizados y naturalizados: los cuidados, la violencia, entre otros. Estos temas atraviesan nuestros haceres en el día a día como terapeutas ocupacionales, y toman la forma de cuerpas, intersubjetividades y condiciones concretas de existencia vulnerabilizadas y vulneradas. Esa politicidad que propone Rita Segato, es una

… política del arraigo espacial y comunitario; no es utópica sino tópica; pragmática y orientada por las contingencias (…) investida en el proceso más que en el producto; y sobre todo solucionadora de problemas y preservadora de la vida en lo cotidiano. (Segato, 2018, p. 17)

Planteamos que, a propósito de colectivizar las identidades, desde el reconocernos como terapeutas ocupacionales feministas en un tiempo y espacio sororo, como en el Ciclo, tendemos otros tejidos, conexiones y articulaciones, “como espacio de constitución de nuestras subjetividades, haciéndolas desafiantes del orden individualista organizado desde la dominación” (Korol, 2007, p19).

El Ciclo ha sido parte de estos procesos de reconocimiento que hemos vivido y problematizado dentro y desde el NFTO. Encontramos en este camino a autoras como Djamila Ribeiro (2017), quien plantea y profundiza sobre el lugar de enunciación y la idea de autorización. Posicionarnos como feministas terapeutas ocupacionales en un momento en que la lógica es lo “basado en la evidencia”, en particular la evidencia sin historia, y luego convocar desde una colectiva a un encuentro feminista, fue un hito de autorización de una terapia ocupacional otra (no la primera, sin duda), desafiando lo establecido e impuesto, lo acrítico, lo no situado. Nos propusimos convocar para levantar las historias no contadas, para expresar que siempre hablamos desde un lugar y que había muchas repensando, desarmando y también tejiendo otras formas, haciéndonos conscientes de nuestras posiciones, identidades y lugar de enunciación. Un ejemplo es la terapeuta ocupacional Lida Pérez (2021), quien propuso una Terapia Ocupacional Andina.

(…) quien posee el privilegio social, posee el privilegio epistemológico, una vez que el modelo valorizado y universal de ciencia es blanco. La consecuencia de esa jerarquización legitimó como superior la explicación epistemológica eurocéntrica, confiriendo al pensamiento moderno occidental la exclusividad de lo que sería conocimiento válido, estructurándolo como dominante y por lo tanto inviabilizando otras experiencias del conocimiento. (Ribeiro, 2017, pp. 31-32)

Con esta cita no pretendemos apropiarnos de otras historias, sino develar la invisibilización de otras identidades, de experiencias, de saberes, como las TTOO desde el Sur, de otra forma de Terapia Ocupacional Feminista. Un modo de dimensionar estas experiencias de estar al margen, y del lugar desde donde hablamos, es dar cuenta de la complejidad de nuestras situaciones desde una perspectiva interseccional y de conciencia feminista. Cuando planteamos estar al margen, siempre es en relación con lo que está al otro lado de este límite. De esto nos parece importante interrogarnos constantemente: ¿Quiénes definen o determinan lo que existe, y lo que no existe? ¿Por qué se niega la existencia a terapias ocupacionales otras?, ¿Con quiénes podemos continuar estos caminos de transformación? ¿Cuáles son las historias ya transitadas y desde qué avenidas identitarias? Reconozcamos –y para esto nos lo hemos propuesto como tarea– eso que se llama colonialidad interna, identifiquemos las huellas patriarcales en nuestras vidas y las de quienes nos antecedieron. Y, sin duda, recuperemos, reconozcamos y practiquemos los modos de resistir de nuestras ancestras a esa matriz moderno colonial y producir nuevas fracturas a la narrativa dominante (Ribeiro, 2017).

Tal como refiere Akotirene “Desde mi punto de vista, es imperativo que los activismos, incluidos los teóricos, conciban la existencia de una matriz colonial moderna cuyas relaciones de poder están entrelazadas en múltiples estructuras dinámicas, todas las cuales merecen atención política” (2019, p.14).

Nos plegamos a la idea de las Terapias Ocupacionales que, como plantea Alejandro Guajardo, pueden ser comprendidas como uno de esos lugares de habla, en plural. Nosotras hablamos de una terapia ocupacional feminista, como posibilidad para continuar los diálogos, desesencializante y como espacio para la construcción de otras epistemes (Simó, 2016).

Las condiciones para producir una terapia ocupacional feminista, en el año 2017 en Chile, no estaban dadas. Y es en este punto donde estamos convencidas que el Ciclo fue una de ellas, en tanto posibilitó estirar los márgenes, sin pasar a diluirnos en el “otro lado” del margen, tensionando –desde los saberes producidos en nuestras prácticas cotidianas– lo establecido en nuestra profesión, en términos de fundamentos, identidades y prácticas, tanto en los espacios de trabajo, como en todos los lugares de nuestras vidas cotidianas (Guajardo, 2016).

Para finalizar este apartado queremos citar a Claudia Korol, quien pone nombre a las emociones en los espacios de encuentros feministas, incluyendo este Ciclo: “La caricia y el abrazo que forman parte de una ética feminista del acompañamiento, del caminar codo a codo, de transitar los dolores y hacernos cómplices de nuestros deseos.” (Korol, 2007, p.19)

 

Ciclo de Encuentros: El proceso como desarrollo político

El desarrollo de la experiencia, resultó en encuentros presenciales en USACH en torno a saberes e ideas sobre terapia ocupacional feminista, relevando que hemos recibido directa e indirectamente influencias de distintos movimientos, agrupaciones, autoras, espacios y mujeres que nos han transmitido y compartido su historia, enseñanzas y experiencias.

La horizontalidad entre las personas que participamos desde nuestras diferentes posiciones y tareas permitió un diálogo fluido y continuo en las jornadas convocadas. La presencialidad fue fundamental durante la planificación y ejecución de los encuentros, particularmente por las metodologías utilizadas y la relevancia que estas tenían para cada momento del Ciclo. Mirando en retrospectiva y luego del auge de la virtualidad, creemos que el encuentro físico facilitó el desarrollo del Ciclo de la manera en que fue pensado.

En este marco, y según las intenciones y objetivos formalmente planteados, el proceso facilitó el encuentro y reconocimiento en torno a saberes y posiciones de las terapeutas ocupacionales que participamos, convergiendo en preguntas que, sin un interés resolutivo, se plantearon también para traspasar los límites establecidos desde la tradición y valor existentes en el actuar disciplinar.

Haciendo un recorrido del proceso que tuvo el Ciclo, queremos destacar:

Octubre 2016: en una jornada de trabajo, valoramos y cuestionamos nuestro proceso como NFTO, a través de pedagogías feministas, que permitieron de manera sencilla recoger la mayor cantidad de percepciones, emociones, ideas, experiencias, fundamental para organizarnos en el siguiente periodo de trabajo.

Noviembre 2016: propuesta concreta respecto a lo que pretendíamos del espacio de diálogo, con énfasis en el feminismo como eje político y epistemológico, que nos reúne. El objetivo principal del ciclo fue construir colectivamente qué entendemos por una Terapia Ocupacional Feminista. El espacio colectivo que organizamos buscó ser una posibilidad para el diálogo de saberes en un “Ciclo”. Acordamos que, para dar contexto a las discusiones, compartiríamos las producciones realizadas por integrantes del NFTO, escogiendo una temática para cada encuentro. En el último, dialogaríamos sobre la construcción colectiva de los múltiples significados de una Terapia Ocupacional Feminista.

Enero y febrero 2017: Definimos la realización del Ciclo para cuatro fechas de marzo. Para la difusión utilizamos creaciones artísticas de tres compañeras feministas, Camila Leiva, la Ilustradora Miau y Alejandra Kristen Silva, quienes expresaron en imágenes lo que significaba el NFTO para nosotras. Elaboramos un afiche y difundimos por redes sociales virtuales (Figuras 1 y 2).

 

Figuras 1 y 2

Afiches del Ciclo de Encuentros, para difusión en redes

Afiches del Ciclo de Encuentros, para difusión en redes.

Fuente: Elaboración propia

 

Febrero 2017: Periodo de inscripciones. Llegaron más de 50 formularios, siendo 30 los cupos para cada fecha. Comunicamos a quienes quedaron dentro del registro que las esperábamos en la fecha y lugar acordado y que era una actividad autogestionada. Solicitamos colaboraciones (té y alimentos) y vasos para reutilizar.

Marzo 2017: Realización del Ciclo. En una reunión previa, revisamos los detalles del lugar, las tareas y roles acordados.

Junio 2017: Iniciamos la sistematización. Avanzaríamos en reuniones mensuales: ¿Qué sistematizar y cómo?: emergentes, saberes y experiencias del Ciclo.

Septiembre 2019: Finalización del proceso de sistematización y difusión del documento por redes sociales.

Damos cuenta de la potencia de estas prácticas que, en parte, radica en dimensionar el carácter transformador de encuentros y de la relevancia de poner atención a los procesos como espacios cuidados, como aperturas, más allá de los resultados (Figura 3).

 

Figura 3

Síntesis de la experiencia del Ciclo

Síntesis de la experiencia del Ciclo.

Fuente: Elaboración propia

 

Análisis del proceso: ¿Qué aprendimos de esta experiencia? Convergencias

El Ciclo nos permite reconocer que no somos las únicas organizándonos y vinculándonos de esta forma. Se refleja en el nivel de participación, la convocatoria alcanzada y la colaboración al trabajo realizado entre las mujeres que conformamos el NFTO al momento de iniciar el Ciclo, en el cual explicitamos que no nos consideramos expertas, sino que aprendices en este espacio de diálogo.

Durante el Ciclo, abordamos los feminismos y debatimos la posibilidad de entenderlos como fundamentos en nuestras prácticas. Planteamos que entre una terapia ocupacional y el feminismo existen raíces en común, provenientes de la movilización contra la injusticia, la marginación y las múltiples manifestaciones de la violencia estructural. Ambas buscan el cambio y transformación social. Además, entran en esta matriz de análisis los derechos humanos y la comprensión del feminismo como proceso colectivo y personal.

Durante el desarrollo de los Ciclos, emergen diversas reflexiones colectivas que quisiéramos compartir:

Los feminismos se expresan en prácticas cotidianas de resistencia, relevando las interrupciones, desigualdades y brechas que hay en el sistema social patriarcal para producir nuevas prácticas, incluidos los espacios de trabajo y formación profesional. Entendemos estos espacios como instancias permanentes de construcción y deconstrucción, por esto pensamos que una actitud de respeto por los procesos y los tiempos, es vital, sin que esto comprometa los fundamentos de nuestras prácticas feministas y el reconocimiento de nuestros nortes epistemológicos (Bidaseca y Vázquez, 2011). Aquí radica una de las claves para los espacios de encuentro como espacios de contención y reflexión.

Resonaron conceptos como cotidiano, patriarcado, construcción social. Problematizamos sobre la relación de las TTOO y feminismo, viendo la necesidad de explicitar este último. Además, se propone la necesidad de poner atención a las prácticas y cuidar las formas, procurando asertividad, paciencia y la no imposición de verdades únicas.

Con relación al ámbito de la categoría “discapacidad”, planteamos el compromiso de generar prácticas de resistencia desde el trabajo cotidiano como terapeutas ocupacionales. Resistir implica avanzar sobre categorías como diversidad, singularidad, pluralidad y diferencia, entendiendo que la terapia ocupacional feminista es también reivindicativa desde la cotidianidad del lenguaje, y en los modos de comprender la complejidad de las situaciones desde una perspectiva interseccional.

Nos interrogamos sobre qué es “ser mujeres”, sobre cómo la socialización, en tanto proceso, está asociada a los roles sociales que se atribuyen de acuerdo al género. Esta socialización incluye la forma de estar en los espacios tanto de la vida pública como la privada.

Cabe destacar el análisis respecto a construcción del “ser” y el “hacer” mujeres, en las identidades de las mujeres dentro de la sociedad patriarcal. Han existido modos de vaciar de ideología y de despojar de nuestra condición de sujetas a nosotras las mujeres. El modo más habitual es la naturalización de supuestas características que son inherentes al “ser - estar” mujeres. Ejemplo de esto, es la ternura, suavidad, paciencia, instinto maternal, capacidad de autopostergarse, entre tantas otras. A propósito de estas características naturales e incuestionables, es que se nos asignan roles, actividades y ritmos como mandatos que organizan nuestras vidas. Resistir a esto, es visto como amenaza, desviación, anormalidad, patología. Las consecuencias las conocemos.

Frente al cuestionamiento sobre por qué las mujeres somos las principales proveedoras de cuidados, algunas de estas reflexiones son que el rol de cuidadoras es una imposición social que culturalmente siempre nos han “enseñado”, cuyas consecuencias son un des-cuido de nosotras mismas, a propósito de la naturalización e internalización de experiencias y procesos que tienen una base social, política y económica. Ante esto, proponemos un sistema de cuidados y apoyos que permita el cuidado mutuo y el cuidado de sí, desde la lógica de la corresponsabilidad y no desde lo individual. Coincidimos en la necesidad de instalar estos principios desde la política pública y desde lo local-territorial, para concientizar, desde las prácticas vitales cotidianas, que el cuidado no es propio de un género, sino compartido, desde una lógica de reconocimiento del trabajo de cuidado y del trabajo doméstico, como trabajo. Emerge en todo momento el concepto de sororidad, apoyarnos y enfrentarnos juntas a los nuevos cuestionamientos que surgen de problematizar nuestra propia vida como mujeres.

Hacia el final del Ciclo, pudimos reconocer en nuestros diálogos una mayor complejidad de los análisis. Una mirada colectiva respecto a lo que vivimos por el hecho de ser mujeres/disidencias y terapeutas ocupacionales, desde la conciencia de nuestras identidades y posiciones. No advertimos un cierre o conclusión del proceso de conciencia, sólo aperturas y mayor visibilización de los entrecruzamientos de clase, géneros, raza, historias, recopilando las experiencias de quienes participaron desde lo que sucede en nuestra vida cotidiana. Tenemos la convicción que los procesos de reflexión colectiva y en las condiciones ya descritas, permiten luchar y generar un cambio juntas.

 

Aperturas: La necesidad de un espacio colectivo como acto político. Interpelación, Resistencia y Responsabilidad.

En cada encuentro quedamos todas las participantes con la sensación que las discusiones pueden continuar, que queda mucho por hacer en los diferentes espacios donde cada una de las personas participa en su día a día.

En la evaluación del Ciclo se valora y resalta la complementariedad, el respeto de los tiempos y ritmos de cada participante, así como de quienes organizamos, la diversidad de opiniones, la autogestión, el compromiso, la confianza, el lenguaje amable y lo pertinente de organizar un Ciclo, respetando el propio ciclo en el que transitamos las mujeres. Identificamos en la dinámica de grupos pequeños de reflexión y discusión, acompañados por facilitadoras del núcleo, que se constituyen como espacios de mayor confianza para el diálogo, que todas las personas que quieran, puedan expresar sus sentipensares. Asimismo, la sistematización como proceso, nos permitió dar cuenta que la forma de trabajo, didácticas y metodologías durante los encuentros del Ciclo, son reflejo de las prácticas feministas y conscientes del NFTO.

Cuestionamos el poder instalado como profesionales y desde el mundo académico, dando énfasis en las prácticas y reflexiones colectivas, no sólo para quienes participamos del NFTO, sino para las personas que deseen participar y continuar problematizando y construyendo una terapia ocupacional feminista.

Tanto por la experiencia del NFTO como por la experiencia del Ciclo, nos proponemos la problematización de las estructuras que nos han construido como mujeres, haciéndonos cargo, o al menos de parte de ello. Por esto, consideramos fundamental organizarnos en espacios de encuentro feminista, permitiendo contextos que favorezcan la interpelación, como una alternativa a la evidencia, así como la resistencia y responsabilidad. Comprendemos el ser/estar mujeres y los malestares que nos atraviesan desde el entramado de diversas opresiones y privilegios en nuestras historias, resistiendo a través de metodologías genuinamente feministas.

 

Reflexiones y desafíos para la Terapia Ocupacional

En esta oportunidad, queremos situar nuestras reflexiones en dos nociones que resuenan: nuestra experiencia colectiva como una enredadera y conciencia feminista (Figura 4).

 

Figura 4

Descripción del proceso del Ciclo; tiempos y espacios de participación

Descripción del proceso del Ciclo; tiempos y espacios de participación

Fuente: Elaboración propia

 

Identificamos y recuperamos, cada vez y mejor, nuestras prácticas en círculos y en Ciclos que nos permiten reconocer nuestros privilegios históricos y nuestros fundamentos. En esa trayectoria ya hemos vivido junto a otras, hemos resistido a otras violencias, nos hemos encontrado con más compañeras, hemos crecido en otros espacios y mantenemos los aprendizajes continuamente. Podemos pasar por un mismo punto, pero la experiencia nunca será la misma, lo que nos da la certeza de abrir, tal como un ramal, más posibilidades para pensar cómo opera lo colonizador, el patriarcado, el capitalismo en nuestras prácticas como mujeres feministas integrantes del NFTO, en el campo de las TTOO Sur.

Los resultados de la experiencia aparecen como ramificaciones y fueron compartidos en el “Primer Encuentro Internacional de Terapias Ocupacionales desde el Sur… Praxis Latinoamericanas” y sistematizados en el año 2019 (NFTO, 2019). Situar esta experiencia desde pedagogías feministas, permite hacer consciente que vivimos en territorios donde de forma sistemática se silencia y devalúa la voz de las mujeres y en un acto de justicia política es que los resultados son expuestos desde nuestras voces articuladas por nuestros devenires.

Aludimos, además, al cuidado de las condiciones en las que desarrollamos el Ciclo. Aquí es donde el lenguaje amable, el respeto de los tiempos y ritmos, la posibilidad de la existencia de diferentes opiniones, la autogestión de los espacios con compromiso y confianza son elementos claves que responden a formas otras de actuar. Relevamos el proceso más que los resultados finales, puesto que la construcción y sostén del camino es lo que permite la apertura de estas reflexiones colectivas y formas de estar, resultando en movilizaciones personales/políticas que como NFTO buscamos generar.

 

Conciencia Feminista

Hemos podido construir una Terapia Ocupacional Feminista desde el Sur, a través del trabajo desarrollado el 2018, así como en nuestras reuniones y en el encuentro cotidiano individual y colectivo con otras, con mujeres. Reconocer la generación de condiciones para la emergencia y/o visibilización de saberes colectivos situados, reconocer nuestras contradicciones encarnadas en nuestros saberes y prácticas, hacerlos visibles y conscientes, es imprescindible para no perpetuar la naturalización y su réplica, y así lograr transformar(nos) continuamente. A partir de la experiencia del Ciclo, nos reconocemos como un cruce donde se abren experiencias que ocupan múltiples lugares que tensionan visiones esencialistas. No pretendemos posicionarnos como una única verdad o formas de estar, sino que más bien es mirar la versatilidad y diversidad de formas de ser/estar en nuestros territorios, desde nuestros saberes históricos acallados e invisibilizados por verdades universales. Somos conscientes de los miedos que nos han habitado en contextos de violencia estructural. La apuesta en esta resistencia, consiste en identificar los márgenes, trabajarlos, reconocer sus límites para movilizarlos colectivamente y así, construir lo que nosotras consideramos como conciencia feminista - Sur. No interpelamos a un solo modo de ser/estar mujer, sino que nos interesa desde la sororidad, singularidad, conciencia de la posición, condición y situación, ser responsables y generar condiciones para la emergencia de saberes, llevarlos a la acción en cuestiones prácticas del cotidiano y en niveles de incidencia política (la calle, mesas de trabajo, elaboración de normativas, políticas públicas, círculos de mujeres, entre otras).

Posicionarnos desde el NFTO es ubicarnos desde los feminismos del sur, propios de nuestra historia y de las experiencias que nos interpelan, sin embargo, sostener esto es un desafío en sí; lograr el nivel organizacional requerido para su desarrollo, la distribución de tareas, el proceso conjunto de escritura. Sumado a esto, tenemos el compromiso de analizar desde nuestras propias vidas, nuestras historias y condiciones para continuar generando posibilidades de transformación. Sin duda, uno de los desafíos de divulgar estos modos otros de sentipensar y hacer, es una de las apuestas que hemos propuesto como NFTO.

 

Agradecimientos

A Mónica Díaz, Camil Mondaca, Paulina Aracena, Vanessa Latorre, Felipa Rodríguez, Javiera Poblete, Paula Paredes, Catherine Soriano, Marcela Allendes y a todas las mujeres y disidencias que participaron del Ciclo de Encuentros.

 

Conflictos de intereses

Las autoras manifiestan la inexistencia de conflictos de interés.

 

Referencias

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Droguett, F. (2019). Extractivismo y patriarcado: la defensa de los territorios como defensa de la soberanía de los cuerpos en Red Chilena Contra la Violencia hacia las mujeres (Ed), Violencia Estructural y feminismo: apuntes para una discusión, (pp. 29-37)

Korol, C. (2007). Hacia una pedagogía feminista. Géneros y educación popular. El Colectivo.

Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales. (17 de agosto de 2023). Lugar de habla. Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales. https://nfto.cl/declaraciondeprincipios/

Núcleo Feminista de Terapeutas Ocupacionales. (2019). Sistematización “Ciclo de Terapia Ocupacional Feminista” Marzo 2017-Septiembre 2019. https://nfto.cl/wp-content/uploads/2022/04/Sistematizacio%CC%81n.Ciclo-de-Encuentros.-NFTO-2019.pdf

Pardo, M., Silva, G., Soriano, C., Paredes, P., Moncada, V., Mondaca, C., Bobadilla, I., Aracena, P. y Poblete, J. (2015). Terapeutas ocupacionales feministas. Desde el encuentro a la transformación. IX Congreso Argentino de Terapia Ocupacional. Fundación La Hendija.

Pérez, L. (2021). Ocupación Humana: de la matriz colonial moderna hacia la construcción de saberes sociales del Sur. Universidad Nacional de Colombia.

Ribeiro, D. (2017). Lugar de Enunciación. Ediciones Ambulantes.

Segato, R. (2018). Contrapedagogías de la crueldad. Prometeo.

Simó, S., Guajardo, A., Correa, F., Galheigo, S. y García-Ruiz, S. (2016). Terapias ocupacionales desde el sur: Derechos humanos, ciudadanía y participación. Universidad de Santiago de Chile.

 

1 El año 2015 durante una jornada de planificación, y a propósito de reflexionar sobre el nombre de nuestra colectiva, decidimos conformarnos como un núcleo, desde la idea de grupo, como tiempo y espacio fundamental para el despliegue de medios y fines diversos, que nos permitiera continuar versátiles, con aperturas a los encuentros, entre nosotras y con otras mujeres terapeutas ocupacionales.

2 8M, hace referencia al 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, fecha que conmemora la lucha y resistencia de mujeres trabajadoras, a propósito de lo ocurrido el 8 de marzo de 1908 en Nueva York, donde fueron asesinadas más de 100 mujeres en una fábrica textil. De allí y en conmemoración de otra serie de sucesos históricos, es un día de manifestación y reivindicación de los derechos de las mujeres

3 “La violencia estructural en torno a las mujeres se sostuvo y sostiene desde la triada capitalismo, patriarcado y colonialismo, en tanto mecanismo de producción, reproducción y legitimación de los poderes hegemónicos mediante la naturalización de la desigualdad, privilegiando a un determinado sujeto: el varón, blanco, con poder adquisitivo, heterosexual, entre otros elementos normalizadores, por lo que mientras más nos alejamos del sujeto-tipo más desigualdades sociales nos atraviesan” (Droguett, 2019, p. 30).